Dibujo
significa tanto el arte que enseña a dibujar, así como delineación,
figura o imagen
ejecutada en claro y oscuro; toma nombre de acuerdo al material con el que se
hace. El
dibujo es una forma de expresión gráfica, plasma imágenes sobre un espacio
plano. Debido a lo anterior, es considerado parte de la bella arte conocida
como pintura. Es
una de las modalidades de las artes visuales. Se
considera al dibujo como el lenguaje gráfico universal. Ha sido utilizado por
la humanidad para transmitir ideas, proyectos y, en un sentido más amplio, sus
ideas, costumbres y cultura.
El dibujo sirve como una herramienta para
la representación de objetos reales o ideas que, a veces, no es posible
expresar fielmente con palabras. Los primeros dibujos conocidos se remontan a
la prehistoria; las
pinturas rupestres de
la cueva de Altamira son
unos de los ejemplos más antiguos, donde el ser humano plasmó en los techos y
paredes de las cavernas lo que consideraba importante transmitir o expresar
(usualmente actividades relacionadas con su forma de vida y su entorno).
De las primeras civilizaciones perduran
escasos ejemplares de dibujos, normalmente, por la fragilidad del material en
el que fueron ejecutados (se han hallado en ostraca y
pinturas murales inacabadas), o porque eran un medio para elaborar pinturas
posteriormente, siendo recubiertos con capas de color. Las culturas de la
Antigua China, Mesopotamia, el valle del Indo, o
el Antiguo Egipto nos
han dejado muestras claras de ello, ideando los primeros cánones de
proporciones, como sucedió también en la Antigua Grecia y Roma.
En la Edad Media se
utilizó profusamente el dibujo, generalmente coloreado, para representar sobre pergaminos
temas religiosos a modo de explicación o alegoría de las historias escritas,
privando así lo simbólico sobre lo realista, incluso las proporciones y cánones
de la época. La cultura islámica también contribuyó con preciosos dibujos que
solían acompañar textos de anatomía, astronomía o astrología.
Es en el Renacimiento
cuando el dibujo eclosiona, logrando alcanzar sublimes cotas. Por primera vez
se estudia el método de reflejar la realidad con la mayor fidelidad posible,
con arreglo a normas matemáticas y geométricas impecables: con Filippo Brunelleschi
surge la perspectiva cónica. El
dibujo, de la mano de los grandes artistas renacentistas cobra autonomía,
adquiriendo valor propio en autorretratos, planos arquitectónicos y variados
temas realistas –como los de Leonardo da Vinci–,
además de seguir sirviendo como estudio previo imprescindible de otras artes,
como la pintura, escultura o arquitectura.
En la
Edad Media se
utilizó profusamente el dibujo, generalmente coloreado, para representar sobre pergaminos
temas religiosos a modo de explicación o alegoría de las historias escritas,
privando así lo simbólico sobre lo realista, incluso las proporciones y cánones
de la época. La cultura islámica también contribuyó con preciosos dibujos que
solían acompañar textos de anatomía, astronomía o astrología.
Es en
el Renacimiento
cuando el dibujo eclosiona, logrando alcanzar sublimes cotas. Por primera vez
se estudia el método de reflejar la realidad con la mayor fidelidad posible,
con arreglo a normas matemáticas y geométricas impecables: con Filippo Brunelleschi
surge la perspectiva cónica. El
dibujo, de la mano de los grandes artistas renacentistas cobra autonomía,
adquiriendo valor propio en autorretratos, planos arquitectónicos y variados
temas realistas –como los de Leonardo da Vinci–,
además de seguir sirviendo como estudio previo imprescindible de otras artes,
como la pintura, escultura o arquitectura.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Dibujo
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